27.7.11

Hogwarts Forever!

Jooooooooooo, ¡se ha acabadoooooooooooo!!!! ¿Por quéeeeeeeeee?? ¿Porqué tuvo J.K. Rowling que escribir esta saga cuando yo ya era adulta, formal y con sentido del ridículo, ¿por quéeeeee?? ¿Por qué no lo hizo 15 años antes, cuando yo era Hermione???

Me encanta el mundo Potter. Tengo los 7 libros, los he leído todos emocionada y acelerada, con la mente de un niño de la edad correspondiente en cada capítulo, libre de prejuicios, cogiendo mi varita y lanzándome de cabeza con el ejército de Dumbledore a la caza y captura de mortífagos. Faltaría más!! Pero que prodigio de imaginación, me encanta!! Y los personajes son preciosos. Hermione, la marisabidilla empollona fiel hasta la muerte a sus amigos y orgullosa y acomplejada a partes iguales por no ser como los demás. Ron, todo lo contrario, de familia mágica, buen chico, poco estudioso y un poco dado al escaqueo, y Harry, el bueno de Harry que se encuentra en medio del mogollón sin comerlo ni beberlo, y hace lo correcto: lo asume, lo supera y lo logra with a little help from his friends.

Diossss, si estos libros me hubieran pillado a mi con 12 años…¡¡me vuelvo loca!!! Iría por la calle con la túnica de Griffindor, varita en mano y tendría todo el merchandising que mi paupérrima asignación pudiera comprar.

Conocí a Harry en casa de una amiga, en el comedor, la estaba esperando, así que para hacer tiempo, cogí el primero (entonces sólo habían publicado 3) y empecé. Cuando salió mi amiga, yo llevaba 8 páginas, allí de pie, sin poder soltarlo…y me llevé los 3 tomos a casa. Y así hasta hoy. Lovebookstory.

Escribo ahora lo de que se ha acabado porque ahora ha salido la última película. También las he visto todas, y en pantalla grande, nada de esperar al dvd, mis tres amigos de Hogwarts lo merecen. Todas me han gustado, mi favorita sigue siendo El Cáliz de fuego pero...me han gustado más los libros. Siempre los libros. Aunque el casting sea muy bueno, aunque el guión sea fiel a la historia original, aunque la autora esté detrás del proyecto….los libros. Siempre me quedaré con los libros. Qué ganas tengo de poder presentarle a mi hijo al niño que sobrevivió!!

¿Exagerada? ¿Demasiado friki? Ja,ja,ja, ni de lejos!! Espera si no que te cuente mi relación sentimental con la saga Canción de Hielo y fuego o mi matrimonio por la iglesia (de esos que son para toda la vida) con El Señor de los Anillos. O pasión, fe ciega, amor verdadero y tatuaje en el corazón o nada. Con los libros (y los hombres) no tengo término medio.

22.7.11

Lo mejor de tu vidaaaaaaa

Marujeemos, venga, marujeemos, que hace mucho que no marujeamos.

Yo adoro a Angelina, es un hecho. Quiero ser como ella, vestir como ella, tirarme a quien se tira ella…(lo de los niños ni de coña, aunque la mitad sean de haber follado con Brad) pero afrontémoslo, Angie, los mejores años de Brad se los llevó Jen (ifer Aniston, se entiende) Con ella estuvo durante su treintena, cuando era un Dios Rubio de cuerpo perfecto y boca que clamaba a pecar. Cuando ponía cardíacas a 9 de cada 10 mujeres y hasta el más hetero de los hombres reconocía su buenorrez. Cuando Brad era Polvoman. Cuando rodó El Club de la Lucha o Conoces a Joe Black, o Leyendas de Pasión…bueno, no se si cuando rodó esta última ya estaba con Jennifer o todavía estaba con la Maripili de Gwyneth Paltrow (que no me extraña que a su hijo le haya puesto de nombre Manzana, ala, así, para que todo el mundo se acuerde, porque del de su madre no hay dios que lo haga).

En cualquier caso, ahora está tremendo, tiene mucha clase y hace una pareja de cine, pero del de blanco y negro con Angelina, pero he de reconocerlo, cuando TODO EL MUNDO quería tirarse a Brad…se lo tiraba Jennifer Aniston.

Pongamos otro ejemplo bajando el nivel y entrando en territorio patrio. Dariuz nosequé. Más conocido como el novio de Ana Obregón, más conocido aún entre las féminas como Darek.

Daaaaaaaaaarek. Ay Diosss, Darek!!! Esa montaña eslava de ojos penetrantes, que te miran y piensas como todo penetre igual que tu mirada, nene, soy tuya pa siempre. ¿Quién de las aquí presentes no se ha imaginado alguna vez jadeando empotrada contra la pared de la ducha por ese pedazo de polaco mientras esos ojos y esa boca…vale, lo dejo, que me estoy mareando. Y era de Ana Obregón, con la manía que le tengo. Pues eso. Ahora ha madurado, se ha dejado de camisetas ajustadas y está felizmente comprometido con una chica que no sé muy bien quien es pero que se llama Uribarri y que lo ha convertido en un señor un poco rancio con barbita a lo Parada y carita de buena persona.

Será feliz, supongo, tendrá una vida plena, pero lo que es a mi, con lo que me ha puesto este hombre...ya no me pone en absoluto. He de reconocerlo, cuando todas queríamos tirarnos a Darek, la que se lo tiraba era la Obregón.

13.7.11

Mis siete pecados capitales

Tengo una teoría personal y absurda, de esas que se te ocurren en medio de una reunión aburrida cuando el ego de un directivo lleva 15 minutos hablando de sus cosas, sobre los siete pecados capitales.

Creo que cada uno de nosotros lleva dentro de sí uno de ellos acechándole. Un pecado capital que nos domina y nos corroe y contra el que los que queremos ser buenas personas pasamos la vida luchando para que no salte fuera de nosotros y se adueñe de nuestros actos.

Esto me sirve de excusa para presentar algunos magníficos cuadros de mi época pictórica favorita.

Podría ser la Envidia. Envidia que desatada y fuera de control te empuje a lanzar rumores falsos para arruinar la reputación de alguien a quien en el fondo te gustaría parecerte, a poner zancadillas ante los méritos ajenos para llevarte tú un ascenso que no mereces, ….. No. No me veo cargando con ese.

Podría ser la Avaricia. Avaricia que te lleva a empeñarte hasta las orejas para tener mejor coche que el vecino, mejor casa que tus amigos, mejor trabajo y más sueldo que tus hermanos para poder darles en las narices a todos en las reuniones familiares y que sea la envidia el pecado que les corroa a ellos. No, creo que este tampoco es el mío.

Podría ser la Soberbia. Soberbia que te invade cuando constatas que eres más inteligente, más atractivo, más exitoso, más elegante y tienes las piernas más largas que cualquier otro invitado a la fiesta. Y levantas la cabeza ante tal grupo de memos y te dejas hacer la pelota por payasos deseosos de una pizca de tu luz. No soporto a los pelotas. Paso.

Podría ser la Lujuria. Grrrr…¡¡Podría ser!!! Esos cuerpos esculturales sólo para mi…esos hombres impresionantes rindiéndose a mis encantossssss…Lujuria que desatada te consume, te hace mentir, engañar, traicionar, faltar al respeto, hacer cosas a escondidas, pagar por sexo con extraños, tener un hijo sin estar segura de si es de tu marido o de algún otro y sentir remordimientos toda tu vida por ello (o no sentirlos, que no sé que es peor) …No. Soy una cachonda redomada pero la lujuria no es mi pecado.

Podría ser la Gula. Utilizar la comida como consuelo, como sustituto, como amante. Sufrir si no comes y arrepentirte si lo haces. Ne-ce-si-tar un determinado alimento, como si fuera tabaco. No, yo creo que como para sobrevivir, me sirve cualquier cosa. Creo que la gula tampoco es el mío.

Podría ser al Pereza. ¿Será este? La verdad es que con el sueño sí tengo una relación de dependencia. Dormir es uno de los pilares fundamentales de mi vida, y cuando duermo mal, el mundo se me derrumba…Pero Pereza de esa que te impide estudiar una carrera, buscar un trabajo, tener una relación estable o un hijo aunque te apetezca porque cualquiera de esas cosas te ata e implica obligaciones…No, de esa no tengo.

Podría ser la Ira. Ira. No cabreo, gritos, enfados, insultar a un conductor que te hace una pirula, no. Ira. Una serpiente negra que te sube por las tripas a veces invadiendo tu alma, encogiendo tu estómago, acelerando tu pulso. Un fuego terrible. Temblores. Sienes que palpitan. Ganas de explotar. Explotar fuerte y arrasar con todo lo que tengas por delante. Aunque caigas tú también en la explosión. Aunque lo que pierdas sea mayor que lo que ganes. Gritar. Golpear. Destruir hasta quedarte sin fuerzas. ¡Coño! ¿A que va a ser la Ira??

11.7.11

Relato. Compras de última hora

Era sábado por la tarde, casi las 8, y yo necesitaba un paraguas. Tenía una idea, tenía un motivo, y tenía una ocasión, pero no tenía un paraguas.

Cuando estás en las afueras de una ciudad que no es la tuya, debes irte al día siguiente a primera hora y no tienes un paraguas..... amigo; estás jodido.

Con mi aspecto de chico serio y de buena familia, con estudios y educación, entré en un comercio de esa misma calle. La señorita con demasiado maquillaje que me atendió, alegó con una sonrisa manchada de carmín que lo sentía, pero en esa mercería no vendían paraguas, y preguntó muy cortés para qué lo quería con esa urgencia, si hoy hacía una espléndida y soleada tarde de primavera.

El ¡y a usted que le importa! Se me atravesó en la garganta, porque debía averiguar dónde podría encontrar un paraguas antes del cierre de las tiendas. Era sábado por la tarde, y me iba de la ciudad en 12 horas y tenía una idea, y tenía una ocasión, y me envió a unos grandes almacenes en la otra punta de la ciudad.

Dejé al taxi esperando en la puerta mientras otra señorita con demasiado maquillaje - ¿cómo se le ocurre a alguien pintarse los labios de naranja?- me sacó de dudas:

- Sí, tenemos paraguas. Uno de oferta, en concreto, plegable, precioso, ¡cabe en un bolsillo!

- No, ese no me sirve. ¿No tiene otro modelo?

- ¡Pero es una monada, caballero! Además es de marca, se pliega en tres partes y tiene su propia fundita a juego.

- Señorita por favor; tengo prisa, necesito un paraguas, y ha de ser de los de toda la vida, largo, no plegable y resistente.

- ¿Y para qué lo quiere, caballero, con tanta urgencia además, con lo espléndida y soleada que está quedando la tarde?

No salía de mi asombro. ¡En esta ciudad clonaban a las dependientas!

- ¡Señora! - mi impaciencia la había casado de repente - ¡Para romperlo!

La dependienta de los labios naranja recordó mentalmente mi árbol genealógico pero me vendió un paraguas largo, negro, de punta metálica, igualito al que usó mi abuelo Luis durante casi 20 años como bastón. Ahora que pienso en él, jamás vi ese paraguas abierto.......

El resto fue pan comido, exactamente igual que lo había visto en aquella película.

Llegué al almacén de electrónica en el que no me habían dado trabajo esa mañana mientras iba despellejando el paraguas ante la mirada atónita del taxista.

Entré en el callejón lateral donde estaba la puerta antipánico.

Esperé media hora a que oscureciera del todo.

Hice un boquete de 5 CMS de ancho con la fresa y el taladro que llevaba en la mochila justo debajo de la barra de apertura.

Introduje por el agujero el paraguas cerrado hasta la empuñadura.

Lo abrí tirando de él hacia mí mientras se expandía al otro lado de la puerta.

Tiré con decisión......y esta se abrió.

Y se abrió desde dentro y no saltó la alarma.

4.7.11

Alégrense la vista, señoras

Ay, tenéis que ver esto....¿por qué son gays, por quéeeeeeeeeeeeeeeeeee???
El spot está muy gracioso y muy bien rodado. Cosa más bonita que ver a unos tíos fabulosos salir del agua cristalina cual tritones con patas (3, espero) ja,ja,ja. Ala, disfruten, que ya llegan las vacaciones.

1.7.11

Las Maripilis son una raza aparte

Existe una raza de mujeres sobrenaturales y misteriosas, clónicas y superlativas, con las que me cruzo de vez en cuando y a las que no logro comprender. Las Maripilis.
Para empezar, las Maripilis son rubias. Todas. Siempre. Aunque hayan nacido morenas. Y tienen hijos rubios. Siempre. Aunque sus maridos también sean morenos. Suelen tener los ojos azules, o al menos claros, y la piel blanca, pero no lechosa, de ese tono crema que se broncea con facilidad en cuanto veranean un poquito en Jávea, o en Menorca, o en Cerdeña las más pudientes. En el mundo Maripili, tener las cejas negras y los ojos marrones es vulgar. Como de colegio público.

Las Maripilis son impecables. La palabra que mejor las define es discretas. Una Maripili siempre y en todo lugar es discreta. Lleva el pelo natural pero perfecto, el cutis casi sin maquillar pero perfecto, la ropa de lino blanco aunque sea febrero y esté diluviando, y joyas discretas, unos pendientes de perlitas (que deben de nacer con ellos puestos, porque las minimaripilis también los llevan) y un anillo bueno, nada de bisutería de Tous, que eso lo llevan las aspirantes. Una Maripili que se precie no trabaja, o si acaso media jornada en una galería de arte del centro, no se le vaya a estropear el cutis. Pero sí ha estudiado, una carrera de letras normalmente.

Las Maripilis no se alteran. No discuten, no levantan la voz, no cantan a grito pelado en la ducha porque son felices o se cagan en el mundo porque dicen en el telediario que un nuevo cabrón ha matado a la que debería querer. No, las Maripilis son discretas, y cuando no están de acuerdo con su marido, discretamente tuercen el morro y se hacen las ofendidas, o yo que sé lo que harán, pero los tienen calados!! porque ellos van como corderitos detrás de su melena inmaculada con un regalo de Hermés para disculparse. Porque, eso sí, las Maripilis no se divorcian, que es de mal gusto, que luego hay que ir por ahí hablando mal de tu ex y tienes que buscarte la vida para pagarte las mechas hasta que venga otro banquero a casarse contigo.

Otra cosa que no hacen las Maripilis es tener funciones corporales. Never de never. Una Maripili no tiene la regla, por eso puede ir siempre de blanco, no caga, no se está meando de repente, no eructa ni en la intimidad de su baño…Bueno, y no hablemos en el plano sexual. Territorio tabú para una Maripili. No, no penséis que las que parecen mojigatas luego son unas lobas. Mi abuela decía que quien de lejos lo parece, de cerca lo es más todavía.

Una Maripili que se precie no se ha comido una polla en su vida. Si acaso habrá hecho alguna felación a su marido, (primero asegúrate el gasto de las mechas) algún día que era ella la que tenía que regalarle algo de Hermés a él. Por supuesto, la puerta de atrás de una Maripili está precintada y su momento favorito durante el sexo es justo cuando él acaba, entonces respira tranquila con su pequeña y discreta naricita que nunca tiene mocos y mucho menos granos y sonríe porque sabe que se libra hasta dentro de unos días de eso sucio, sudoroso y pringoso que las morenas llamamos sexo. Eso sí, lo aguanta para tener con él unos cuantos hijos que le aseguren la pensión, el estatus y el gasto de las mechas.

Ojo, no estoy diciendo con esto que sean malas personas o haya que apartarse de ellas, como las marujas de las que hablé hace tiempo. Las Maripilis no me dan miedo, algunas incluso son buena gente, es sólo que sus mamás Maripilis las educaron así para triunfar en la vida y a mi me enseñaron cosas muuuuuy distintas.