3.1.11

Por eso las mujeres ricas son más felices...

Aaaah, no había caído en la cuenta hasta hace unos días. Es por cosas como esta que las mujeres con pasta andan por la vida como flotando, relajadas y con una sonrisa permanente en sus labios llenos de colágeno y botox.
Resulta que estas navidades nos han regalado a una amiga y a mi, por cuestiones de trabajo, un maravilloso tratamiento corporal en un spa, y nos fuimos juntas, después de un delicioso cafelito lleno de confidencias (y de miraditas de curiosidad por parte del camarero argentino ante nuestras incesantes carcajadas, dicho sea de paso) a disfrutarlo como dos colegialas el capítulo final de Física o Química.
Pues eso, que encantadas de la vida nos sumergimos en un mundo lleno de suavidad, relax y aromas al que nunca por cuestión de pasta habíamos tenido acceso antes.
Oh maravilla de las maravillas, así debe ser el cielo….¡QUE PA-SA-DA!!! A mi cosas como estas no me las habían hecho nunca antes (y mira que me han hecho cosas, ejem, que no sé decir que no tratándose de placeres…) pero momento taaaaan hedonista como ese…
La sala calentita, velas, música relajante, toallas mullidas, comodidad y relax a tutiplén. Primero una exfoliación corporal completa con una pasta dorada que olía a juventud y que hizo que mis pieles muertas salieran huyendo despavoridas. Después una bañera de hidromasaje con láminas de oro y esencia de cítricos y no se que más, copita de cava y la banda sonora de La Princesa Prometida de fondo, que así me sentía yo, como una princesa prometida con un príncipe azul preparándose para un baile de gala. Y después de 20 minutos de burbujas, un masaje relajante completo con otra crema que olía aún mejor que la primera y que me dejó en las nubes. Qué gozada. Qué relax. Qué tranquilidad. Qué buen rollo. Qué hijasdeputa las que se pueden permitir eso cada dos semanaaaaas!! No me extraña que tengan esa piel, esa falta absoluta de ojeras y ese optimismo, sobre todo si además del spa se tiran al jardinero jovencito y tienen el armario lleno de ropa de Dior…Que por cierto, otro día hablaremos de imitaciones de grandes firmas que SI se notan y queda de un cutre que te mueres.
Vaya, hoy tengo el día pijo, será que aún me duran los efectos del masaje.
Yo soy de la opinión de que si eres una mortal, cada vez que te dan un placer inesperado, este se convierte en una fiesta memorable. En cambio, si eres una privilegiada apestosa, cada vez que te “ves obligada” a hacer algo de calidad media, te supone un horror indescriptible, así que prefiero las sorpresas agradables, aunque sean de vez en cuando.
Que reflexión más patética y que consuelo más triste el párrafo anterior…A quien quiero engañar??? Ja,ja,ja.

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