29.9.10

Pon un tío bueno en tu vida

Con esta crisis galopante que parece no tener fin, en mi oficina, como en las de casi todo el mundo, han tenido que prescindir de personal. Injusto para los afectados, necesario para los que tomaron la decisión, triste en cualquier caso para mi, porque eran buenos trabajadores y uno de ellos, amigo personal.
En este caso la noticia es muuucho más triste todavía, porque algunos de los despedidos eran el último bastión de jaco potente que quedaba en la empresa. Nos hemos quedado sin tíos buenos. Lamentable.
Ya es duro levantarte antes que el sol, pasar frío en la moto esquivando coches en un atasco para encerrarte en una oficina demasiadas horas seguidas, como para que encima lo único te alegre la vista a lo largo del día sea una foto de Nicky Hayden, que lo tengo de fondo de pantalla en el ordenador desde su podium en Aragón hace un par de semanas. Amunt Nicky!!!
Me parece fatal la elección de los afectados. Deberían haber hecho un referendum ¿No podían haber eliminado al casposo triponcete que siempre nos mira las tetas cuando nos cruzamos por el pasillo y sonríe lobuno pensando en algo que sólo le hace gracia a él? O al señor plasta de la planta 2 que te suelta el discursito corporativo cada vez que te ve como si él fuera el más listo del planeta y tu necesitaras de sus sabios consejos urgentemente? O puestos a despedir a gente que trabaja bien pero que no puedes mantener en nómina, usa el criterio que han venido usando con nosotras durante siglos: ¡¡Cárgate al feo!!! Es de cajón!!! Yo lo tendría clarísimo!!
Las mujeres somos más productivas, eso es un hecho y para tenernos contentas y que no faltemos ni un día al curro deberíamos tener por ley al menos un par de jacos en cada planta que nos alegraran el día con unos Levi’s bien puestos, una espalda poderosa o una sonrisa con hoyuelos de las que quitan el hipo.
No es justo!!! Desde que nos han dejado sin chicos guapos, venimos todas sin maquillar, con zapato plano y el pelo recogido de cualquier manera, y cuando nos cruzamos por los pasillos, intercambiamos mirada cómplice y nos decimos las unas a las otras…¿Para qué?
A ver si pasa la maldita crisis ya de una, vuelven a contratar personal y tenemos un poco de suerte esta vez (nosotras y ellos sobre todo, que dejarán de estar en el paro)

P.D. Se que no leerás esto, montañero, pero se te echa de menos ; )

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