Ser fiel a una misma

Hace tiempo oí una frase que me gustó mucho sobre el paso de los años. Decía algo así como: Si cuando tú tenías unos 8 años, te concocieras a ti tal como eres ahora, ¿te gustarías? Me pareció una gran máxima.

Yo recuerdo muchas cosas de cuando era pequeña. No me cuesta nada viajar con la mente al pasado y ponerme en mi piel de niña marisabidilla, espontánea, fantasiosa y empecinada en no ser como las demás. Hay personas que conforme van pasando los años, se olvidan de cómo eran y cómo sentían a los 8, a los 14, a los 20…y es una pena, porque lo que somos ahora es consecuencia de lo que fuimos y creo deberíamos recordar primero lo que sentíamos a los 15 para poder hablar con alguien de 15 años que nos importa. No sé si lo pillas…

Creo que es una gran suerte gustarte a ti misma. No hablo de creerte superior, ni la más triunfadora ni la que tiene el novio más guapo. Eso son gilipolleces de insegura. Hablo de mirarte al espejo, a los ojos, (no a las caderas, que siempre podrían ser mejores) y decir: después de tantos años juntas me sigue gustando estar en tu pellejo. Eres buena gente, tienes a tu alrededor a los que quieres, más de uno te echaría de menos si desaparecieras…y para la edad que vas teniendo, chica, ¡estás estupenda!!!

Y recuerdo cómo era yo a los 8 años, las cosas que me gustaban, lo que quería ser de mayor y estoy segura de que si me conociera ahora, me parecería a mi misma una señora muy guay.
Todo un triunfo vital, ja,ja,ja.